Bandura presenta las aplicaciones terapéticas de los procesamientos de modelamiento
El conductismo, con su
énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables que
pueden observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea
subjetivo, interno y no disponible (lo mental). En el método experimental, el
procedimiento estándar es manipular una variable y luego medir sus efectos
sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la personalidad que dice que el
entorno de uno causa nuestro comportamiento.
Bandura
consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba
(agresión en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula:
sugirió que el ambiente causa el comportamiento; cierto, pero que el
comportamiento causa el ambiente también. Definió este concepto con el nombre
de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona
se causan mutuamente.
Considerar
a la personalidad como una interacción entre tres “cosas”: el ambiente, el
comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos procesos
consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el
lenguaje. Desde el momento en que introduce la imaginación en particular, deja
de ser un conductista estricto.
Hablo
sobre la teoría social del aprendizaje, donde los niños imitan a otro sujeto.
Lo muestra en los estudios del “muñeco bobo”
Bandura
menciona que existen ciertos pasos envueltos en el procesamiento de modelo:
Atención:
Si vas a aprender algo, necesitas estar prestando atención. De la misma manera,
todo aquello que suponga un freno a la atención, resultará en un detrimento del
aprendizaje, incluyendo el aprendizaje por observación
Retención.
debemos ser capaces de retener (recordar) aquello a lo que le hemos prestado
atención. Aquí es donde la imaginación y el lenguaje entran en juego: guardamos
lo que hemos visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o
descripciones verbales. Una vez “archivados”, podemos hacer resurgir la imagen
o descripción de manera que podamos reproducirlas con nuestro propio
comportamiento.
Reproducción.
Debemos traducir las imágenes o descripciones al comportamiento actual. Por tanto,
lo primero de lo que debemos ser capaces es de reproducir el comportamiento.
Motivación
Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos que estemos
motivados a imitar; es decir, a menos que tengamos buenas razones para hacerlo.
Bandura menciona un número de motivos:
Refuerzo
pasado: como el conductismo tradicional o clásico. •
Refuerzos
prometidos: (incentivos) que podamos imaginar.
Castigo
pasado.
Castigo
prometido (amenazas)
Castigo
vicario.
Como la
mayoría de los conductistas clásicos, Bandura dice que el castigo en sus
diferentes formas no funciona tan bien como el refuerzo y, de hecho, tiene la
tendencia a volverse contra nosotros.
Autorregulación: Controlar nuestro propio
comportamiento.
Auto-observación.
Nos vemos a nosotros mismos, nuestro comportamiento y cogemos pistas de ello.
Juicio.
Comparamos lo que vemos con un estándar.
Auto-respuesta.
Si hemos salido bien en la comparación con nuestro estándar, nos damos
respuestas de recompensa a nosotros mismos. Si no salimos bien parados, nos
daremos auto-respuestas de castigo. Estas auto-respuestas pueden ir desde el
extremo más obvio (decirnos algo malo o trabajar hasta tarde), hasta el otro
más encubierto (sentimientos de orgullo o vergüenza).
Compensación.
Por ejemplo, un complejo de superioridad y delirios de grandeza. Inactividad.
Apatía, aburrimiento, depresión. Escape. Drogas y alcohol, fantasías
televisivas o incluso el escape más radical, el suicidio.
Concernientes
a la auto-observación. ¡conócete a ti mismo!. Asegúrate
de que tienes una imagen precisa de tu comportamiento. Concernientes a los
estándares. Asegúrate de que tus estándares no están situados demasiado
alto. No nos embarquemos en una ruta hacia el fracaso. Sin embargo, los
estándares demasiado bajos carecen de sentido. Concernientes a la
auto-respuesta. Utiliza recompensas personales, no auto-castigos. Celebra
tus victorias, no lidies con tus fallos.
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